domingo, 20 de diciembre de 2015

SUEÑOS




Con el paso de los años, mis sueños se han hecho más realistas, más apegados a la realidad y profundos.

Parece que los vivo de verdad.
 
Me despierto casi siempre con la sensación de haber vivido escenas de una vida que no es la mía, pero que se le parece mucho y de las que, extrañamente, soy el protagonista involuntario.

Y no lo puedo evitar.

Los sueños me manejan a su antojo y me hacen vivir experiencias y sentimientos que me hacen sufrir y que, en última instancia, no deseo experimentar y que no puedo evitar. Me tienen prisionero.

Por eso estoy empezando a pensar que si paso la mitad de mi vida haciendo cosas que no deseo, no soy dueño de mi vida.

Espero que esta fuerza desconocida que me hace vivir situaciones que no controlo, no me sobreviva y desaparezca el día de mi muerte.

Me asusta pensar que una vez muerto pueda seguir viviendo esta vida de sueños ajenos a mis deseos.

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