Aquí resumimos la intervención de Begoña Oro en el Festival de Publicidad El Chupete:
Bueno, es así como
empezamos con los niños, dándoles un montón de cosas, un apellido, ojos azules
o marrones…
Los adultos tenemos cosas
que los niños no tienen igual que hay cosas que ellos sí tienen y nosotros no.
Los niños no nacen
educados. Los educamos nosotros.
Los niños nacen sin
conocimientos. No tienen ni idea de alemán, ni de latín, ni de matemáticas, ni
de física.
Los niños no tienen
miedo a ensuciarse.
Los niños no tienen
medida, dicen todo lo que piensan.
Los niños no tienen
normas. Crean sus propias normas hasta que nosotros le imponemos nuestras
propias normas.
Los niños no tienen
preocupaciones.
Los niños no tienen
oficio hasta que se lo enseñamos.
Los adultos tenemos una
visión idealizada de la infancia y tendemos a pensar en los niños como un
colectivo, pero los niños son tan únicos como lo somos nosotros.
Ana María Matute dijo
en su discurso de ingreso en la Real Academia:
“Al contrario de los otros niños, empezó a gustarme ser castigada en el
cuarto oscuro. Comencé a sentir y a saber que el silencio se escucha y se oye.
Descubrí el fulgor de la soledad, el incomparable y mágico resplandor de la
nada aparente. De la soledad surgía, gracias a las fantasías y a las palabras,
un mundo idéntico al de los bosques, un mundo irreal, pero al mismo tiempo más
real que el cotidiano. Un mundo que pronto se convertiría para mí en una
auténtica tabla de salvación. Si no hubiese podido participar del mundo de los
cuentos, inventar mis propios mundos, me habría muerto”.
*Begoña Oro es escritora de literatura infantil y
juvenil. En 2011 ganó el Premio gran Angular.
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